Reflexionando sobre Educación para la Paz en el mundo de hoy

 

Manos sosteniendo el mundo

Reflexionando sobre Educación para la Paz en el mundo de hoy

Reflecting on Peace Education in Today's World

Profesora Alicia Cabezudo Ph.D[1].

acabezud@unr.edu.ar

Para Fundación CEPPA - Costa Rica / Mayo 2025

Autorizada su reproducción

Resumen

El artículo reflexiona sobre la urgencia de una Educación para la Paz crítica y transformadora ante la violencia, las guerras y las múltiples formas de injusticia en el mundo actual. Señala que esta educación ha sido tratada como un tema secundario, sin integrar verdaderamente su potencial humanizador. Propone superar enfoques pedagógicos ingenuos, incorporando el análisis profundo de conflictos locales y globales, desigualdad, exclusión, y violencia estructural. Educar para la paz implica promover justicia, equidad, derechos humanos y resolución pacífica de conflictos desde una perspectiva interdisciplinaria. El gran desafío educativo es formar ciudadanía crítica y comprometida para construir una paz duradera.

Abstract

The article reflects on the urgency of a critical and transformative Peace Education in the face of violence, wars and multiple forms of injustice in today's world. It points out that this education has been treated as a secondary issue, without truly integrating its humanizing potential. He proposes overcoming naïve pedagogical approaches, incorporating a profound analysis of local and global conflicts, inequality, exclusion, and structural violence. Educating for peace implies promoting justice, equity, human rights and peaceful conflict resolution from an interdisciplinary perspective. The great educational challenge is to form critical and committed citizens to build lasting peace.

Reflexionando sobre Educación para la Paz en el mundo de hoy

La Educación para la Paz y el respeto a los derechos humanos adquieren en nuestros días una particular actualidad al contrastar los valores que ella implica con la violencia cotidiana, los horrores de la guerra y la destrucción paulatina de valores tales como la solidaridad, la cooperación y el respeto al otro - hechos que nos conmueven diariamente.

Resulta difícil y aún incomprensible en el discurso educativo explicar la persecución indiscriminada, las masacres y las operaciones de limpieza étnica ante la indagación atónita y sorprendida del alumnado de cualquier edad. Resulta aún más difícil clarificar estos procesos cuando la  respuesta a actos de esta categoría es, a su vez, bombardeos y asedios continuos sobre ciudades y población civil desprotegida y absolutamente vulnerable.

Nos enfrentamos también ante situaciones cotidianas extremas al analizar la desigualdad y la injusticia de nuestra realidad socio-económica o la violencia brutal de sociedades modernas “modelo” donde el propio Estado se convierte en agresor de la población. El individualismo, así como los intereses propios se exacerban y todo aquello considerado “diferente” se convierte en “peligroso, sospechoso o enemigo” del cuerpo social que lo acoge.

Todas son guerras, de distinta naturaleza, pero con similar contenido de injusticia, violencia y destrucción.  

Ante este panorama, las respuestas del docente se tornan ineficaces y vacías de contenido, las explicaciones se agotan y la práctica de construcción del conocimiento mediante investigación, lecturas, análisis de información, entrevistas, sistematización de lo aprendido, desarrollo de juicio crítico, etc. nos conduce a replantearnos el modelo pedagógico utilizado - quizás un poco ingenuo pese a su aparente progresismo educativo - con el que los docentes mismos quedamos insatisfechos.

Educar para la Paz, eje didáctico transversal en muchos diseños curriculares internacionales creo que ha sido concebida como una temática  subsidiaria. Necesaria pero aleatoria, importante pero no esencial, presente pero “ausente”. Discurso curricular que ennoblece sin modificar ni concebir alternativas nuevas para una formación humanitaria, ética y ciudadana  - cada vez más necesaria en el mundo en que vivimos.

Porque Educar para la Paz significa desarrollar un enfoque crítico y profundo de la actualidad que compartimos y de la época histórica que nos ha tocado vivir, hecho incontrastable que no siempre está en los planes de los Ministerios, de las instituciones educativas y de un gran número de directivos y profesores.

“La paz no sólo se define por la ausencia de guerra y de conflicto, es también un concepto dinámico que necesita ser aprehendido en términos positivos, como lo son la presencia de justicia y armonía sociales, la posibilidad para los seres humanos de realizar plenamente sus potencialidades y el respeto a su derecho a vivir con dignidad a lo largo de su vida. Un desarrollo humano durable no puede tener lugar sin paz. Y sin una planificación justa, equitativa y continua, la paz no puede sostenerse.”

Estos conceptos, particularmente relevantes en el contexto actual de análisis que intentamos abordar, deberían teñir todas las propuestas didácticas posibles en Educación para la Paz, dándole una característica pluridimensional de múltiples alcances.

  Asistimos hoy a una revisión de nuestros conceptos y modelos, entendiendo que existen grandes modificaciones al concepto de paz, sobre todo en su relación con el término opuesto “guerra”, revisión conceptual que debería integrarse, así como la metodología de su enseñanza, a los aprendizajes de los futuros maestros, profesores y alumnos.

En efecto, después de muchos años la idea de paz ha evolucionado y una noción amplia y más compleja la vincula con los conceptos de equidad, justicia, respeto a los derechos humanos, a los derechos de los pueblos y a la tolerancia. Paralelamente a este proceso las prácticas pedagógicas en  Educación para la Paz también se han modificado, adquiriendo un claro compromiso con los principios de participación democrática y con la aplicación de propuestas didácticas que incluyan los temas de no violencia y transformación de conflictos por vía pacífica, con miras a la construcción de una sociedad más justa, solidaria y equitativa.

Los conflictos armados en otras partes del mundo nos sensibilizan hoy para un tratamiento cognitivo, sistemático y actual de las miserias y crueldades de la guerra así como el análisis de sus terribles consecuencias a través de múltiples recursos que los medios de comunicación nos posibilitan y acercan. La paz, como valor individual, social, nacional e internacional debe ser contrastada con el enfrentamiento bélico y las múltiples formas de violencia, analizándolo en profundidad desde una perspectiva interdisciplinar y multidimensional.

El abordaje geográfico e histórico de los temas es necesario, pero no suficiente. Es urgente el desarrollo de problemáticas tales como el renacer de los nacionalismos extremos; la vinculación entre  soberanía y  gobierno; el rol de las Naciones Unidas en el mundo de hoy; la convivencia de diferentes etnias y  grupos culturales; el diálogo intercultural;  las soluciones y  desencuentros ante conflictos nacionales e internacionales ; la situación de los refugiados y su desamparo brutal ante los ataques de “amigos” y enemigos; el crimen organizado asociado a la droga y a la prostitución; los peligros de una guerra nuclear; el armamentismo y la venta de armas como rentable negocio mundial; el cambio climático y su impacto en todas las manifestaciones de vida sobre el planeta, entre otros.

Todos estos temas deben ser objeto de reflexión, discusión, investigación y crítica, tanto por parte de profesores como de alumnos, en un ejercicio permanente de profundización de conocimientos, en que el aprendizaje individual y colectivo se fundamenta en la búsqueda de información a partir de múltiples fuentes, fomentando el intercambio de opiniones diversas, el desarrollo del juicio crítico y el respeto a la divergencia.

Pero tampoco es suficiente este ejercicio si nos abstraemos de problemáticas internacionales y desvinculamos los acontecimientos globales con lo regional y local, eludiendo el análisis y nuestro compromiso humanitario con el mundo que nos rodea. Marginación, exclusión social, violencia y persecuciones, muerte y destrucción no sólo pueden leerse a partir de las noticias sobre Palestina, Ucrania, México, Colombia, Haití, Siria, Irán, Irak, India, Pakistán o los países africanos. . . 

Existen otras “guerras” más cerca, alrededor de nosotros.

La desigualdad social, la carencia de recursos vitales por gran parte de la población mundial, el desempleo, la miseria y el desamparo crean desesperanza y desconfianza en los gobiernos elegidos democráticamente. Mecanismos autoritarios, corrupción, control de información, crímenes, delincuencia e impunidad, superposición de poderes públicos que deberían estar bien diferenciados, forman parte de nuestra vida política.

En este sentido, la guerra no está tan lejos no sólo por la globalización de la violencia y la criminalidad generalizada o por la información proveniente de los medios de comunicación transnacionales.

Es una guerra cotidiana vivir en pésimas condiciones de vivienda y salud, de educación y empleo, de falta de cobertura en servicios públicos esenciales e inseguridad, menoscabándose diariamente principios básicos inherentes a la dignidad humana en gran cantidad de países de diferentes continentes

La tarea educativa debe obligatoriamente vincular las dos situaciones: los conflictos directos y “las guerras” con otras características pero no menor intensidad, ya que sólo un análisis integral de las raíces de la violencia, sus características, formas y consecuencias puede llegar a posibilitar una reflexión crítica a nivel individual y social que genere cambios posibles hacia una paz duradera en el mundo de hoy.

He aquí el gran desafío pedagógico de los próximos años y de nuestra tarea docente en el campo de Educación para la Paz.

Atrevámonos a enfrentarlo y construyamos futuros posibles. . .

Referencias bibliográficas

Bazán Campos Domingo. (2008). El oficio del pedagogo. Aportes para la construcción de una práctica reflexiva en la escuela. Rosario, Argentina. Ed. Homo Sapiens.

Iglesias Díaz, Calo. (2007). Educar Pacificando: Una pedagogía de los conflictos. 1ª ed. España. Madrid, España. Fundación Cultura de Paz Editorial.


[1] Especializada en Pedagogías para la Construcción de Cultura(s) de Paz, Ciudadanía y Derechos Humanos. Consultora Internacional. Departamento de Formación Docente. Escuela de Ciencias de la Educación - Universidad Nacional de Rosario, Rosario. Argentina. Maestría en Conflicto Social y Construcción de Paz - Universidad de Cartagena de Indias. Colombia. Oficina de Paz - Universidad de la Amazonia. Florencia. Colombia. Red Latinoamericana y Caribeña de Educación en Derechos Humanos. Red Colombiana de Educación en Derechos Humanos. Tribunal Internacional de Opinión TRINO - Magistrada – Colombia. International Peace Bureau - IPB, Berlín. Alemania. Global Alliance for Ministries & Infrastructures for Peace - GAMIP - Ottawa, Canada. Global Campaign for Peace Education - GCPE - New York City – USA. International Institute for Peace Education – IIPE – New York City – USA. Institute for Peace and Dialogue - IPD - Basilea. Suiza. World Beyond War - WBW – USA. Consejo de Europa - Grupo Think - Tank en Educación para la Ciudadanía Global. Lisboa. Portugal. Asociación Internacional de Educadores por la Paz – AIEP. Asociación Internacional de Ciudades Educadoras - AICE - Barcelona. España. Organización EDUCAPAZ Colombia - Consejo Editorial

 


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